Perfil de etapa de: PATAPALO, DESCENSOS y AGONIKAPIX
Perfil de etapa de CARDENAL (ala, ya tienes "tu" perfil de etapa).
El resto del grupo aún nos preguntamos que carajo hiciste...
6:00 AM: suena el despertador, realmente lo que menos me apetece es levantarme para coger la bici, he dormido mal, no se si por nervios, por exceso de cena o esa imagen del filósofo Enmanuel Kant tratado como actriz erótica de los juegos de la noche anterior
En fin la decisión esta tomada, hay que levantarse he intentar no llegar tarde. Desayuno fuerte y a preparar todo, cuando tenía 12 de años lo único que te podías olvidar para montar en bici era la bici. Ahora, la mochila hidratante, el cuenta kilómetros, el casco, los guantes, las barritas energéticas, el gps,…
Saco el coche, le pongo la bola, portabicicletas, bicicleta y chapa señalizadora, menos de 5 minutos. Que buen invento. Todavía llegaré a tiempo. Salgo rumbo al primer punto de encuentro, Antonio ya está allí con su bici nueva metida en el vehículo, pero no soy el último, la explanada donde hemos quedado la han cerrado y esperamos en el arcen, pasan varios coches cargados con bicis, ¿irán a Pastriz?, vemos llegar a Juan con la bici en la baca y partimos.
Llegamos pronto y nos reunimos con Sergio, el control de firmas no está abierto, pero la gente se va incorporando, hasta 80 participantes según la organización. Nos fijamos en bicis, hasta una BMW y equipamientos, hay que hacerse unas camisetas ya, que mola un montón presentarse todos vistiendo igual. Nos inscribimos y vamos a por las burras, hay que prepararse para salir. La organización nos avisa que la primera parte de la marcha, salida de Pastriz, camino de la Alfranca y llegada a la Puebla será neutralizada, pues no le ha dado tiempo a señalizarla, el resto será libre aunque como su nombre indica es una marcha no competitiva.
No hay problema seguimos a nuestra marcha, dejando pasar corredores, todo buen rollo, vamos hablando y comentando la jugada, a mi no me funciona el pulsómetro y me marca 180 pulsaciones, intento ajustarlo parezco una quinceañera luchando con su primer sujetador, tirando de goma y tocándome el pecho a ver si esta todo en su sitio, tras unos 10 minutos de lucha consigo que comience a marcar correctamente.
Llegamos a la Puebla y para evitar el cruce de la Carretera, circulamos por una rambla, sin agua, el paso de la carretera lo hicimos por un pequeño túnel de apenas metro setenta de altura. Al final del paso Antonio se golpea la cabeza y despierta al mr. Hyde que lleva dentro, el terreno empieza a picar hacia arriba y agoniKapix sale disparado, tras un momento y sin querer el efecto Mr. Hyde se apodera de nosotros, el ritmo progresivamente va en aumento, sin darnos cuenta subimos pasando participantes la moral sube y el ritmo también, a Antonio se le ve al fondo así que seguimos subiendo el ritmo, las pulsaciones suben mucho más rápido que las piernas y el fresco propio de la mañana se torna en sofoco de infierno, una vez comenzadas las hostilidades no se puede parar, quedaría muy mal que te pasara la gente que has ido dejando atrás, así que ahora eres esclavo de tu propio ritmo.
Antropológicamente creo que esta locura debe tener algo que ver con lo del “macho alfa” que dicen en los documentales de la dos, aunque a esta altura de la película las hembras debían estar cuatro kilómetros por detrás. (Prometo seguir investigando este fenómeno irracional. He preguntado en la zona de levante por este repentino mal y Bikers locales me aseguran que no es un mal endémico de Aragón y que en la zona de levante incluso las mejores personas que prometen mantener el ritmo del grupo se transforman al montarse en la burra y como vean que están un poquito mejor que el resto no dudan en aumentar el ritmo y emprender el ascenso en solitario).
Bueno, aguante el ritmo hasta el primer picachu de la etapa, y en la primera bajada se abrieron más las hostilidades. Uno prudente por naturaleza bajaba conservador y al menos cuatro o cinco bikers pasaron como exhalaciones que daba miedo verlos, lo peor fue que moralmente no estaba preparado para el segundo repecho y cuando el camino torció a la derecha para encarar una nueva ascensión me derrumbe moralmente. Definitivamente mis compañeros de “club” fueron alejándose, mirada atrás y nadie en las cercanías, tampoco he bajado tan mal, pensé, así moral para arriba y a no perder demasiado.
En la soledad de esa subida, pensaba en los comentarios de mi amigo Eugenio de Salamanca, experto ciclista y que con muchas carreras populares en la chepa, me comentaba que lo mejor de las salidas está en el grupo de cola, allí se cuentan chistes, se pasan la bota de vino y todo es cachondeo. Para la próxima ¿quizás? Al poco tiempo llegué a una subida conocida de otras rutas realizadas, ahora si sabía que llegaba el final de la subida así que eche el resto. Corone con otros dos compañeros de viaje he iniciamos el descenso, el grupo de delante estaba a la vista y descolgado de ellos a unos 80 metros la silueta roja de Antonio, pensé a por ellos y me lance al descenso, pronto vi que los compañeros de viaje no eran adecuados, el trío perdió una unidad, y cuando la pendiente se suavizó, los intereses de mi pareja tampoco eran los mismos que los míos, yo decidido a coger al grupo de delante, pues los seguía teniendo a la vista, me quede rodando solo, hasta que perdí la ruta llegando a la Puebla. Una voz del compañero de descenso me alerto de mi error y retomamos el camino correcto, al salir de la puebla y por arte de magia apareció, el tercer componente del descenso, para mi sorpresa y desgracia, en la carretera de asfalto, apareció de nuevo a la vista el grupo de cabeza, al final no había perdido tanto tiempo, así que en vez de un paseo hasta Pastriz, volví a meter plato grande y a la caza, mis compañeros de viaje debieron alucinar, pero el virus de “macho alfa” les debió entrar también a ellos y parecían pulpos pegados a mi rueda trasera. El ritmo era rapidísimo y las distancias las veía menguar rápidamente, de nuevo la sorpresa apareció en modo de relevo, uno de mis compañeros me paso y nos fuimos relevando hasta llegar a Pastriz, con enorme alegría pues no volvimos por el horrendo camino de Pastriz y Sergio y Antonio apenas a 150 metros.
A partir de aquí todo fue relajación, esperamos a Juan y pusimos rumbo al almuerzo, la fortuna hizo que me tocara unas viandas que prometí compartir con el grupo en forma de barbacoa, aunque creo que Concha ya está dando cuenta de ellas.
Durante el almuerzo buen rollito Mr. Hyde, se había quedado fuera cuidando las bicicletas y el Dr. Jekyll formaba de nuevo parte de nuestra personalidad.
Cuando llegué a casa no se si estaba más cansado que dormido o más dormido que cansado, yo creo que es incompatible salir el sábado y correr el domingo y además por la tarde viaje a Alicante.
Prometo entrenar duro para la próxima salida y así me tengáis que “esperar” menos.
¿Cuándo y dónde la próxima?