miércoles, 18 de enero de 2012

Salida 7de enero o la pócima de Panoramix.

Como veo que el blog está un poco parado, voy ha realizar una entrada para animarlo.

Comentaré un poco la salida del pasado siete de enero con salida y llegada en Cadrete.Yo tenía preparada una ruta con subida por las planas emprender camino a Fuendetodos y antes de llegar intentar “abrir una nueva ruta” Fuendetodos-molino alto de Jaulin-Mezalocha, según plano unos 62 km.

Antes de empezar afortunadamente hice caso de los “sabios del grupo” y evitamos la subida a las planas por Cadrete y atacamos a las planas por Maria. Como siempre y más sin haber cogido la bici durante el mes de diciembre, el comienzo se me hizo muy duro, no encontraba el ritmo e iba alto de pulsaciones, por suerte a la salida de María y ante las primeras rampas, el ritmo se igualo con el resto de compañeros, a excepción de Antonio que como siempre se le ve sobrado. Poco a poco fuimos haciendo camino. Y como siempre, ya deja de ser anecdótico para convertirse en costumbre, una batida de jabalíes nos hizo modificar la ruta prevista.

Una vez que subimos a las planas el viento se hizo más evidente y aunque en principio nos daba de espalda los más expertos intuían lo que supondría a la vuelta.

Con unos 25 km recorridos, surgen dudas sobre la ruta a completar, si realizar la subida al molino alto de Jaulin y exploración de nueva ruta, o volver directamente por Jaulin y dejar los experimentos para días donde “Eolo” no haga acto de presencia. Finalmente mientras unos recuperábamos fuerzas con barritas energéticas, nos decidimos por la ruta más corta y sencilla. Otros a escondidas se tomaban la pócima de Panoramix y el camino de vuelta se convirtió en una carrera de velocidad donde parecía que el último pagaba las cañas. Como siempre Cardenal alias “plato grande”, rompió hostilidades y puso un ritmo endiablado, yo apretando los dientes lo seguía como podía, intuyendo que no serían mas de dos o tres kilómetros, mirada atrás y… magia, nadie por aquí y nadie por allá. Afortunadamente bajamos el ritmo y recuperamos un poco las pulsaciones, el viento sopla fuerte y aunque el terreno es descendente, cuesta avanzar y no te permite dejar de pedalear. Al poco nos alcanza Antonio y un poco después Descensos, debía venir con las pilas puestas por que pasó como un rayo y nos volvió a poner en fila de a uno. Esperando que se cansaran pronto decidí seguirlos, pero las sensaciones no eran buenas, las pulsaciones iban a mil y me dolían las piernas comos si estuviera subiendo a la “bola del mundo”, apretaba los dientes y aguantaba como podía, miraba la cara de los “compañeros” buscando un síntoma de fatiga y como no lo encontraba, media la distancia a Jaulin, su parque y su fuente para un momento de descanso.

Cual fue mi sorpresa cuando al pasar por Jaulin hacemos ruta alternativa sin pasar por el parque y sobre todo sin parar en la fuente, el ritmo se ha relajado un poco pero es solo un espejismo, al pisar la carretera, el ritmo va creciendo y en varios ocasiones estoy a punto de tirar la toalla, demasiado para mi pobre corazón. Abandonamos la carretera y el ritmo no aminora, el viento lo hace todo más difícil y voy saltando de rueda a rueda a ver si alguna me resulta más cómoda de seguir. Otro par de bajones de moral y nueva comida de tarro en si dejar que se escapen definitivamente o morir en el intento de seguirlos. Al final vi la luz, ante un repecho y el viento de cara los compañeros se quedan atrás, al llegar arriba no paro, intento seguir a un ritmo menor pero alto para que les cueste cogerme y poder recuperar un poco, aprovecho la bajada y los quince kilos de bici para no perder inercia, pedaleo buscando el siguiente repecho y esperando que no me vuelvan a pasar como una exhalación pues estoy al limite de mis fuerzas.

Mi gozo en un pozo, en el repecho veo como se aproxima una sombra a toda velocidad y me pasa por la derecha. Finalmente relajación, sólo es Antonio que juega en otra liga, miro atrás y el resto viene un poco más alejados y a un ritmo moderado. Aprovecho para comer, beber y recuperar pulsaciones, bajo el ritmo pero no paro, estoy tan cansado que no como responderé hasta llegar a Cadrete. Finalmente reagrupamiento antes de llegar a María y parada técnica para solucionar un pinchazo de Antonio, la vuelta a Cadrete sin novedad.

Os adjunto unas gráficas de velocidades de la ruta. Yo antes de verlas pensaba que habíamos ido a sesenta por hora de lo duro que me había parecido pero nada de nada, lo que está claro es que el viento es peor que las pendientes.





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